Traslasierra histórica. Esta porción de suelo cordobés tiene identidad y fe propia. En su paisaje, en su gente y en su cura gaucho.
Villa Cura Brochero está ubicada a 154km. de la capital provincial, se accede por RN 20 –inicialmente Autopista a Villa Carlos Paz– y se atraviesa el Camino de las Altas Cumbres, para luego tomar la RP 14.
El camino recorrido nos acerca directamente al corazón de la localidad, la plaza central La plaza Centenario, frente la iglesia Nuestra Señora del Tránsito. Este lugar es probablemente, sin temor a equivocarme, el punto neurálgico para el turismo.
En las veredas de los cuatro lados de esta manzana principal hay puestos de artesanías locales y alrededor una enorme oferta gastronómica.
Se siente la historia religiosa de una ciudad marcada por la obra del cura Santo Argentino, José Gabriel del Rosario Brochero. La visión del cura que andaba a caballo incluyó – además del legado espiritual- obras para la comunidad como un colegio de niñas, un camino carretero, un acueducto en el paraje y diversos canales de riego, entre otras.
La vida del religioso, que transcurrió entre 1840-1914, transfromó para siempre la zona. Transformación que perdura hasta estos días, y que ha sido reconocida con su canonización por la Iglesia Católica transformándolo en el primer santo argentino.
Eso nos trajo hasta aquí, para conocer en el Museo Brocheriano más de su historia.
Me comenta una lugareña en la puerta de la capilla que la Villa hoy le debe su nombre al cura, pero que desde su fundación y hasta 1916 se llamó Villa El Tránsito, cuando recibió su actual nombre conmemorando al religioso.
Villa Cura Brochero, está hoy hermanada con la ciudad gallega de Santiago de Compostela. La senda del Apóstol Mayor en Europa se une con la huella del Santo Gaucho y completan aún a miles de kilómetros de distancia, un circuito de turismo religioso con impronta propia.
Turismo Religioso: se presentó el Camino de Brochero, el recorrido del Cura Gaucho
Cae el sol desde arriba marcando el mediodía y antes de continuar mi paseo esperando la misa de la tarde, me acerco al recomendado gastronómico del lugar. Me tienta probar un plato del clásico cabrito cordobés y me decido a hacerlo en El Patio del Abuelo, un tradicional restaurante de comida casera del lugar.
Hospitalidad, paisaje, calma y rica comida. Todo impregnado de mística e historia religiosa.
La Villa del cura gaucho es patrimonio de la fe cordobesa.
