“Aquí canta un caminante que muy mucho ha caminado…” así comienza la chacarera De las Piedras que nombra a Caminiaga, tantas veces ha sido interpretada por Jairo, exponente de la canción popular cordobesa. Pues yo no canto, pero si disfruto de caminar cada rincón de Córdoba.
Así llegué tras recorrer 180kms. desde la ciudad y por Ruta Nacional Nº 9 hasta la localidad de Santa Elena para luego continuar por Ruta Provincial Nº 21 hacía el oeste. Corazón del norte cordobés, con relieve apacible y clima templado. La intensidad del azul de su cielo impacta.
Caminiaga integra parte del antiguo Camino Real al Alto Perú, que durante la etapa colonial era la principal vía de comunicación, transporte y comercio entre el Virreinato del Río de la Plata y el Alto Perú. Es perla del norte de Córdoba es conocida por su belleza natural y su ambiente tranquilo, es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. La tranquilidad de sus hermosos paisajes invita a realizar caminatas por los alrededores, y conocer la cultura local.
Como siempre, acepto el convite de un local para la recomendación gastronómica en esta visita: asado con cuero en horno de barro y de postre queso y dulce de leche de algarroba.
Ansiosos por que caiga el sol, el plan llega con las estrellas: astroturismo en el inmenso cielo del norte cordobés. Aprovechar la oscuridad y la paz de este lugar para observar el cielo nocturno y disfrutar de la belleza de las estrellas, planetas y otros cuerpos celestes es increíble.
El placer de explorar Córdoba desde todos sus ángulos lo disfruté en Caminiaga.
