Aquí todo responde al ADN del paisaje cordobés. Tala Huasi tiene río cristalino, cielos plenos, flora autóctona en su esplendor y una fauna espléndida en cada rincón.
Enclavada en el bello Valle de Punilla, a Tala Huasi se llega por RN20, recorriendo sólo 55kms. desde la capital cordobesa. Su fácil acceso y la cercanía a otros puntos turísticos hacen de este lugar hermoso una excelente opción, tanto para una estadía prolongada como para un descanso de sólo un fin de semana.
Con fuerte historia de impronta aborigen, Tala Huasi debe su nombre a la unión de un término español (Tala) con otro quechua (Huasi: casa). Por eso, Tala Huasi significa “casa del tala”. Este rincón de Córdoba, atravesado por el río San Antonio, ofrece una tranquilidad única para disfrutar al aire libre. Las costas del río son de arenas doradas, con árboles que abrazan el lugar regalando sombra para pasar ahí tardes enteras.
Las horas acá transcurren sin la furia de las grandes ciudades, por eso es ideal para descasar en un entorno natural bellísimo. Al caer el sol, es maravilloso disfrutar de un trekking entre ejemplares añosos de aromos y chañares.
Como siempre, el recorrido gastronómico en cada lugar que visito está presente. Bares y restaurantes ofrecen parrilladas de muy buena calidad, variedad de empanas y un clásico que resultó un buen hallazgo para mi gusto: pollo al disco. Sabores que resaltan las buenas materias primas y la dedicación de cada cocinero para ofrecer un menú local.
El sol que inunda el cielo en el verano de Córdoba invita siempre a disfrutar de sus ríos. Por eso, en Tala Huasi hay muchos balnearios imperdibles. La Curva, el Playón, Quita Sueños y Piedras Negras, todos estos espacios brindan instalaciones ideales para pasar el día refrescándote. Puntualmente el balneario La Curva ofrece una postal fabulosa: zona de aguas bajas y cristalina, arena para poner las reposeras, preparar el mate y descansar en Tala Huasi.
