Del dorado de su miel al plateado de su cielo estrellado, así es San Marcos Sierras

Para disfrutar de San Marcos no es necesario llegar con valijas cargadas. A paso cansino, sus calles despojadas de cemento nos dan la paz que en la ciudad escasea.

San Marcos Sierras

Ubicado al noroeste de la capital de la provincia, San Marcos Sierras con algo más de 2000 habitantes, es un lugar acogedor que a le brinda a quien lo visita su dorada miel y su conexión inexpugnable con uno mismo.

Desde Córdoba, por Ruta 38, son dos horas de viaje para llegar a este paisaje serrano. En total son 145 Kms.


La historia de este pueblo de nutre activamente desde la década del ´70, cuando muchos atareados de exigencias laborales y horarios encontraron en este rincón cordobés una vida pausada y tranquila. Buscando un nuevo perfil, sugió la apicultura.

La miel expresa todo lo que San Marcos da: energía, salud, y sabor. La miel, producto natural, y sello nacional de este pueblo que celebra su Fiesta Nacional cada febrero.

Ese dorado de la miel es igual al sol que nos acompaña en cada camino para practicar Trekking. Ambientes naturales llanos, caminos y senderos para recorrer a caballo o en bicicleta, son un buen plan para conocer la flora de estos cerros que son el lugar favorito de las abejas que incansablemente trabajan entre flores.

Todo tiene lógica de naturaleza y paz. Hay dos ríos protagonistas del paisaje, el San Marcos y el Quilpo.

El que lleva el mismo nombre que el pueblo tiene en sus orillas morteros de pueblos originarios, una acequia de riego y hasta un antiguo molino. El río Quilpo es el preferido de los veranos, con ollitas y playas.

Cae la noche y otro show comienza. El cielo de San Marcos es más amplio que el que jamás alla visto. De atmósfera impoluta, no queda una sola estrella sin verse. Astroturismo se llama. Yo elijo pensar que es un regalo más de este San Marcos Sierras que siempre me espera en el sabor de su miel y en el brillo de su cielo.

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