Ongamira, inmensa y natural

Córdoba es única. Inmensa y acogedora a la vez. Y probablemente sea Ongamira uno de esos paisajes que pueda expresar acabadamente mi aseveración. Las Cuevas que se encuentran aquí fueron declaradas la Quinta Maravilla Natural de la provincia.

La madrugada se despide y el sol aparece tímidamente para marcar el día que comienza en la ruta. Tomamos el Camino del Cuadrado, para continuar por RN 38 en un total de 120 kilómetros desde la capital para llegar a Ongamira, al norte del Valle de Punilla.

A decir por cierto, la rutina laboral no contempla en mis días la caminata. Pero por aquí va el plan: trekking entre amigos para llegar a las Cuevas de Ongamira.

Las cuevas son grutas naturales, enormes paredones de piedra rojiza donde anidan aves y mucha historia.  La zona es de interés arqueológico, porque allí habitaron los pueblos originarios de la zona aprovechando la estructura de cueva para resguardarse, dejando su huella.

El paisaje es parecido a nada antes visto. El rojo de la piedra y el verde del entorno son una combinación tan particular como amable a la naturaleza.

Con una caminata guiada, iniciamos la jornada que prevee una distancia de aproximadamente 7km recorridos entre ascenso y descenso al cerro Colchiqui. Los senderos son de una dificultad promedio y anticipan algunos balcones naturales que regalan vistas a la inmensidad.  Desde la parte superior se pueden avistar el Valle de Ongamira y las Sierras Chicas. Parar para hidratarse, tomar panorámicas y sentir el aroma de las plantas autóctonas es un regalo después del esfuerzo físico.

Donde nos sentimos cerca del cielo, la brisa nos despabila para iniciar el descenso. Experiencia única. Inmensa. Como el paisaje de Ongamira. Para volver una y otra vez. Regalo de la naturaleza de Córdoba que siempre sorprende.

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