La Cumbrecita, naturaleza pura

La Cumbrecita es única. Y cuando uno la nombra, miles de historias se suman para desear conocerla si aún no la has visitado. Es el único puedo peatonal de la Argentina, es naturaleza pura.

Desde la capital de la provincia por RP5 Y RP109, se deben recorrer 118km. para llegar. a esta pintoresca localidad de Calamuchita.

El auto se queda ahí: antes de entrar a La Cumbrecita, los vehículos quedan estacionados en la playa de la comuna. De ahí en más todo es a pie.

Sus edificaciones son en mayoría de estilo centroeuropeo, y los colores aportan una tranquilidad inigualable.

Decidimos conocer el histórico Bosque de Pinos. En 1935 un vivero de la zona crió muchos de los ejemplares de esta plantación de cedros, cipreses y pinos que hoy alcanzan enormes alturas. Este bosque de coníferas se asienta sobre una de las laderas del Cerro Cumbrecita, y la sombra que proporcionan los ejemplares de tantos metros hacia arriba generar un ecosistema único. Sombra, humedad y un sinfín de helechos y hongos se apoderan de la zona. Estos pinos son el hogar preferido de aves y ardillas que, algo tímidas de nosotros, se dejan ver a lo lejos.

Continuando la caminata de regreso llegamos a la capilla. Esta edificación de características alpinas data del año 1967, pertenece al casco histórico y es pintoresca y está bien conservada.

Aprovechamos que todo queda cerca. Si, dejar el  sedentarismo cuesta al comienzo pero con el desandar a pie casi te olvidas de extrañar el auto! Visitamos el Centro Cívico, postal de fotos ideal. Construcción bastante actual (data del 2017) pero de estilo, alberga la oficina de turismo donde conversamos sobre más lugares para visitar.

Saliendo de allí con mas planes, llegamos al puente peatonal. Desde ahí, la visual al Río del Medio con los cerros de fondo es de paz absoluta. Sin sonidos estridentes más que la música del cantar de pájaros.

Así es La Cumbrecita, pura.

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