Para que una actividad se transforme en una experiencia inolvidable tiene que tener varios condimentos, pero la buena onda de la gente es lo que más importa. El escenario es sumamente importante también, tiene que poder cumplir con varios requisitos. Exigirnos destreza, sorprendernos, traernos recuerdos, dar espacio a charlar y compartir experiencias con el resto del grupo y mostrarnos un lugar desconocido con una belleza destacada.
La antesala de las Altas Cumbres
El Pozo de la Ganza, en Copina, es uno de esos escenarios y uno de esos lugarcitos a los que uno siempre quiere volver, un entorno natural poco visitado en donde el sonido del arroyo nos transporta a otro lugar lejos del ruido de la ciudad y la rutina diaria. El camino desde Córdoba es amigable, salimos a la ruta para transitar el camino que nos conduce a las altas cumbres, pasando por Carlos paz y toda la zona balnearia de Punilla, San Antonio, Icho Cruz, Mayu Sumaj y Cuesta Blanca. Una vez que pasamos esta zona comenzamos a serpentear el camino de las altas cumbres para llegar al desvío que nos lleva a Copina, antiguo poblado que parece detenido en el tiempo, con contadas casitas al costado del camino pero muchas historias a su alrededor.
Dejaremos los vehículos aquí en Copina para comenzar a recorrer un tramo del camino de los puentes colgantes y luego desviarnos por una senda bien marcada que se mete en el corazón de las sierras. Es un camino amigable, con un poco de pendiente al principio pero muy disfrutable, en el cual podremos disfrutar del valle desde otra perspectiva. Si tenemos suerte nos cruzaremos con pequeños grupos de escaladores que parecen escabullirse tras las rocas, para luego disfrutar de su actividad colgados de rutas de escalada deportiva. A lo lejos podemos ver el trabajo minucioso que llevan a cabo para lograr su cometido, escalar la roca hasta lo más alto. Otros grupos que nos sorprenden cuando levantamos la vista son los que deciden hacer Slack Line, una actividad relativamente nueva que encuentra en esta zona las mejores condiciones para desarrollar su magia. Caminar por una pequeña cinta de no más de 4 a 5 cm de ancho que va desde una roca a otra sobre un gran abismo. Esta actividad es muy similar a la de los antiguos equilibristas de circo que en nuestra infancia veíamos con asombro.
A medida que vamos adentrándonos en la senda dejamos ya de ver a estos pintorescos deportistas y vamos acercándonos a nuestro destino. Hasta casi el final del recorrido no se divisa el pozón de agua helada, formación caprichosa que el río va formando con el correr de los años.
Así como sin darnos cuenta, el sendero nos lleva a un risco en donde podemos apreciar la grandeza de la naturaleza desde una perspectiva distinta. El Pozo de la Ganza se abre a nuestros pies y se acelera el pulso por bajar y disfrutar de sus rinconcitos en donde las playitas de arena desaparecen dentro del agua transparente. Allí disfrutaremos de unos ricos mates y charlas con el único objetivo de relajarnos y disfrutar de la naturaleza que nos envuelve. Tras un gran momento en el Pozo de la Ganza regresaremos a Copina, para disfrutar de una rica merienda en un antiguo Bodegón que será cobijo de nuestro paso por el pueblo. De ahí a nuestros vehículos, con el cuerpo lleno de relajación y naturaleza para seguir con nuestras actividades diarias, pero con el recuerdo de este hermoso lugar perdido en medio de las sierras grandes.
Datos Técnicos
Punto de encuentro: Córdoba Hotel.
Tiempo aproximado: Día completo.
Dificultad: Media.
Público recomendado: Dificultad Media, para todos aquellos que realizan algún tipo de actividad física frecuentemente.
Distancia: 12 kilómetros.
