Región de los Grandes Lagos

La tradición gastronómica es protagonista en las regiones de Paravachasca, Calamuchita y Sierras del Sur. En cada una de ellas, los sabores autóctonos y criollos se complementan con los heredados de la inmigración centroeuropea, dando lugar a crear una identidad culinaria muy propia.

Variadas son las especialidades que se pueden degustar, desde las tradicionales parrilladas, empanadas y cabritos serranos a la llama, hasta sofisticados platos de pejerrey y trucha, que pueden ser saboreados con vistas panorámicas a los principales lagos cordobeses.

Exquisiteces centroeuropeas

Está a la vista: ningún visitante podrá irse del Valle de Calamuchita sin probar los menús centroeuropeos, bien acompañados con una cerveza artesanal espumosa. Para descubrir estos sabores, la clave es dirigirse a las localidades que están arraigadas a las tradiciones alemanas y austríacas.

Entre los platos imperdibles aparecen el goulash, el cerdo ahumado y el chucrut, como algunas de las especialidades. Tampoco se puede dejar de lado su repostería fina y las fiestas típicas, que convocan a disfrutar de la Masa Vienesa y el Chocolate Alpino.

Meca de sabores

Además, en el Valle de Paravachasca no faltan los festivales gastronómicos, que reúnen a emprendedores del sector y a excelentes cocineros. En ellos se conjugan la coctelería con los food trucks.

En la lista, también, destacan los vinos de altura y los hongos silvestres, las carnes de caza y el chivito serrano. Pero no termina ahí: los frutos rojos (zarzamoras, frambuesas) y los embutidos son otros de los favoritos (leberwurst, salchicha Frankfurt y ciervo ahumado).

Por último, en las Sierras del Sur el comensal encontrará increíbles propuestas de cocina criolla. Chivito serrano a la llama, locro y empanadas criollas fritas, dulces artesanales y escabeches. Cada plato, un manjar.

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