Posta Pozo del Tigre

Continuando por el Camino Real, la última posta es Pozo del Tigre. En este punto y sus cercanías ocurrieron hechos que se revelaron como acciones claves para nuestra historia nacional. Esta tierra, desde fines del siglo XVII, perteneció al General Gil de Oscaris Beamount y Navarra, para luego pasar a sus herederos.

Luego de esta primera división del terreno, ocurrieron otras subdivisiones, que derivaron en la fundación de nuevos parajes: «Pozo del Tigre», «La Batea», «Las Cortaderas». En tanto, desde 1769 se desempeñó como un sistema de correos y postas.

Con el tiempo, la Estancia sufrió sucesiones y ventas pasando a manos de otros propietarios. Uno de los últimos fue Guillermo Monguillot. En este punto aconteceron una serie de eventos importantes. Por un lado, aquí fue donde el coronel Antonio González Balcarce le informó al coronel Antonio Ortiz de Ocampo la detención del ex Virrey Santiago de Liniers. A su vez, fue lugar de paso del obispo Antonio de Orellana y del resto de la comitiva que, luego, sería ejecutada en Cruz Alta.

Actualmente se conserva buena parte de su arquitectura original y un dintel de madera con la fecha grabada: “Año de 1771”.

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