El legado de los pueblos originarios en Copacabana

Refugio de los primeros pobladores de las sierras cordobesas, Copacabana fue habitada por aldeas de comechingones hasta la llegada de los españoles. Una de ellas se llamó Nunsacat, donde se concentró la mayor parte de la población.

Es entre sus caminos de tierra y sus cerros donde se observan las huellas de estos antiguos habitantes. Por ese motivo, existen múltiples morteros alrededor de todo su paisaje rocoso y se hallan pictografías en color blanco y negro en sus grandes paredones de piedra.

Reliquias arqueológicas

Gracias a una serie de excavaciones, en esta zona se encontraron restos arqueológicos. Huesos de camélidos, cáscaras de huevos de ñandú y fragmentos de cerámica demostraron el asentamiento de los pueblos originarios.

En las cercanías, otros yacimientos más pequeños dejaron descubrir piedras de cuarzo, granito, ópalo o calcedonia. Estos últimos, utilizados para fabricar puntas de proyectiles, cuchillos y otros elementos para cazar, cocinar o recoger frutos vegetales.

Crédito por fotografías: Myriam Mathieu

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