El balcón sur, es uno de esos lugares que pocos conocen pero muchos te aconsejan conocer. Este lugar, muy visitado cuando la zona no era parque nacional, tiene muchísimas historias vividas. Es sin lugar a dudas un ícono dentro del parque, ya que sus características lo hacen especial. Este mirador está ubicado en la ladera sur de la Quebrada del río Condorito, pero lo que lo hace más interesante es se puede apreciar un enorme precipicio que le dan un matiz especial.
El balcón natural que atesora todos los sentidos
A sus pies serpentea el río Condorito, lejano pero imponente, es una vista que solo se dimensiona estando parado en ese lugar. Por las características de esa asombrosa pared de roca y vegetación, es que tenemos la posibilidad de avistar a cóndores adultos y juveniles en pleno vuelo, incluso verlos desde un punto más alto, como si pudiésemos volar con ellos. Atención: este recorrido sólo puede visitarse acompañado por un guía de trekking del parque.
Salimos desde Córdoba bien temprano, ya que para poder visitar este lugar en un día, tenemos que caminar varios kilómetros. En el recorrido transitamos la ruta nueva que va por Falda del Cañete, atravesando las sierras chicas para conectar con el Camino de las Altas Cumbres. Es muy notable cómo cambia todo cuando dejamos atrás la ciudad y tomamos la ruta hacia nuestro destino. Los ruidos, la gente, toda la rutina diaria queda en el pasado inmediato, la señal de celular pasa a ser algo totalmente secundario. Tras unas 2 horas, arribamos al punto de inicio del trekking, el centro de visitantes del parque. Allí los guardaparques generalmente nos dan los lineamientos para una visita sustentable y segura, premisas para no dejar pasar: como no dejar basura y cuidar del entorno que nos acompaña siempre en nuestros recorridos.
Nos acomodamos las mochilas y emprendemos nuestra caminata por la senda que va hacia el balcón norte. La senda está numerada para que los turistas puedan ubicarse en el trayecto. Una vez que llegamos a la estación N° 8 nos desviamos para conocer la zona de acampe Pampa Pajosa, sitio de grandes historias, de campamentos serenos y tormentas de verano, de esas ruidosas y con mucha agua. Luego de pasar por el área de acampe nos desviaremos por la senda que desciende al río.
Comenzamos a bajar hacia el río y el paisaje cambia de manera gradual, vamos entrando en un bosque de tabaquillos que nos conduce imaginariamente a una película de Disney. La corteza del tabaquillo, árbol autóctono de las sierras, es como si estuviera cubierta por finas láminas de papel de color marrón, que luego de los años se va desgranando. Transitamos esta senda por un largo rato hasta llegar al río, allí descansamos para reponer energías que nos van a hacer falta para el ascenso al balcón sur. En esta zona podemos ver como al agua va calando la roca y modificando el paisaje con la paciencia de los años.
Después de este descanso comenzaremos el ascenso al balcón sur, por una pequeña y calurosa quebrada que de a poco nos va llevando a lo más alto de la ladera sur de la quebrada. Al llegar al maravilloso mirador ubicado en un punto alto y en el borde de la quebrada, y si las condiciones climáticas nos permiten, podremos ver gran cantidad de cóndores muy cerca de nosotros, pero lo más impresionante es lograr sentir el sonido de sus alas surcando el aire, esto es sin duda el mayor premio por el esfuerzo de alcanzar este mirador natural. En este punto, podremos disfrutar de un gran momento en contacto con la naturaleza, de comida y charlas. Luego emprendemos el regreso al centro de visitantes para subir al vehículo y regresar a nuestro punto de origen.
Datos Técnicos
Punto de encuentro: Córdoba Hotel.
Tiempo aproximado: Día Completo.
Dificultad: Media.
Público recomendado: Para todos aquellos que realizan algún tipo de actividad física frecuentemente.
Distancia: 12 kilómetros.
