Destacados aportes a diversos campos del conocimiento, señalan la importancia de Córdoba en el panorama cultural argentino. Desde tiempos históricos, este territorio se destacó por sus actividades culturales.
Desde tiempos lejanos, la provincia de Córdoba ha tenido un gran impulso histórico-cultural, lo cual le ha aportado identidad y cualidades únicas. Esto hace del turismo cultural en Córdoba, una interesante manera de acercarse a las costumbres de todo el país. La provincia alberga un rico legado formado por imponentes construcciones edilicias, manifestaciones aborígenes y poblados históricos, que son testimonio vivo de un antiguo pasado, legado a los cordobeses hace cientos de años.
Dentro de los circuitos culturales que ofrece la provincia, se destacan el camino de las Estancias Jesuíticas, la Reserva Cultural Natural Cerro Colorado, el recorrido de los Poblados Históricos y el circuito de las Tradiciones Étnicas..
EL CAMINO DE LAS ESTANCIAS
En Córdoba el pasado se proyecta en el presente de una forma majestuosa, a través de las Estancias Jesuíticas. Hablamos de monumentos históricos únicos en América y el mundo. Fueron construidas entre 1616 y 1725, por los jesuitas y en ellas se encierran siglos de historia colonial de nuestro país.
En 1599 la Compañía de Jesús se instaló en Córdoba y rápidamente comenzó a desarrollar un sistema cultural-social, religioso, económico y territorial; basado en una labor espiritual y sobre todo, educativa. Para sostener las actividades de sus colegios, los jesuitas generaron su propio mantenimiento a través de cinco estancias. Eran establecimientos agro – ganaderos que contaban con todo lo necesario para su auto abastecimiento. Este legado histórico, llevó a la UNESCO a incluir el “Camino de las Estancias” en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
CERRO COLORADO
La Reserva Cultural Natural Cerro Colorado, situada en la intersección de los departamentos Río Seco, Sobremonte y Tulumba, tiene una superficie de 3000 hectáreas y se ha constituido como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país. Su relieve está dado por una formación geológica que, erosionada a fuerza de viento y agua, fue poblándose de aleros y cuevas que tiempo más tarde utilizarían los aborígenes para plasmar los testimonios de su arte y forma de vida, en pinturas rupestres. En forma de dibujos realizados en tres colores, los aborígenes lograron relatar la historia de estos antiguos pueblos.
RECORRIDO DE LOS POBLADOS HISTÓRICOS DEL NORTE CORDOBÉS
Este circuito, que propone un recorrido cultural muy interesante, incluye los poblados de Ischilín, Tulumba, Totoral, Macha, San Pedro y Cañada del Río Pinto. El norte cordobés es una de las regiones más fascinantes y paradójicamente, menos exploradas del territorio provincial. Esta área turística se oculta tras los mágicos senderos de la historia, en la mirada y la amistad de su pueblo, en las milenarias escrituras de sus laderas y en la mano de los lugareños que desde una galería de adobe nos ofrecen un mate y con él las historias y leyendas de esta fantástica región.
CIRCUITO DE LAS TRADICIONES ÉTNICAS
Esta propuesta turística permite a los visitantes tomar contacto con las tradiciones étnicas, de las localidades de Colonia Caroya, Villa General Belgrano y La Cumbrecita.
Nacida de una complicada conjunción de habitantes originarios y pueblos colonizadores, el territorio nacional se fue poblando. En aras del progreso, comenzó a estimularse la llegada de la inmigración que proveería de trabajo y buenas costumbres a estos alejados dominios sudamericanos. Algunos de las colonias de inmigrantes, se fundieron con el paisaje y las diferentes culturas, mezclaron sus costumbres con las criollas y nacieron de allí las expresiones que forjarían la tradición nacional. Otras colonias, celosas de su historia, sosegaron la nostalgia de la tierra perdida, manteniendo sus costumbres tal y como las habían vivido en sus países natales. Colonia Caroya, Villa General Belgrano y La Cumbrecita son algunos de estos casos.
