FOTO: Córdoba Filma
Es de esos viajecitos que siempre tuve ganas de hacer, pero necesitaba planificación y tiempo. Al norte de Córdoba capital existen paisajes increíbles, como en toda la provincia, pero créanme…estos paisajes salen de lo común.
180KM al norte de la capital, está la Reserva de Usos Múltiples Salinas Grandes: más de 200.000 hectáreas de suelo salitroso, fuente de trabajo y regalo natural inagotable.
Esta enorme extensión de suelo blanco integra las provincias de Córdoba, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero.
Llegamos a San José de Las Salinas, localidad cordobesa del departamento Tulumba, donde desde hace años la principal actividad económica es la extracción de sal en las salinas. Como toda actividad económica, floreció años atrás con el paso del ferrocarril que hoy ya no existe. La modernidad instaló en la zona industrias que han mecanizado la extracción de sal y montaron piletas de cristalización lo que le permite extraer sal durante todo el año sin depender de los efectos climáticos.
FOTO: Córdoba Filma
San José duerme la siesta, te regala silencio, calles sin congestión y lugareños cancinos.
A nos 6km. del pueblo, la tirra empieza a bañarse de sal para dar lugar a estos paisajes casi irreales. Desde el mediodía con el sol golpeando la salina y reflejándose con fuerza, hasta un atardecer increíble e interminable que da la bienvenida a una noche estrellada de inmenso cielo, todo parece fundirse en un horizonte sin fin.
Un consejo: si bien pueden visitarse las salinas de manera abierta, si es la primera vez que visitas el lugar hacelo preferentemente con algún guía turístico. Creéme que el paisaje interminable por momentos te deja sin puntos de referencia para poder saber tu ubicación.
Me voy impactada por el amor de los habitantes a su tierra.
Que esta vez no es marrón ni llena de flores, pero les brinda trabajo, identidad y a quienes la visitamos, paisajes imposibles de olvidar.
