Miramar, nacida por y para el turismo

Miramar de Ansenuza, como se la denomina desde hace unos años, es el paraíso salitral más grande del país y el quinto en el ranking mundial de las lagunas saladas. Con una biosfera única en la provincia mediterránea y en Argentina, es el lugar donde nacieron los Michelutti, una familia trabajadora que con gran sacrificio y dedicación lleva adelante un emprendimiento turístico con 35 años de trayectoria que se destaca en el marco del turismo alternativo.

El emprendimiento turístico familiar ofrece excursiones que se pueden hacer por tierra o por agua, aunque el prestador admite que el fuerte está en las excursiones náuticas. La travesía por las aguas saladas del Mar de Ansenuza, con un recorrido tradicional que dura una hora y media y propone una recorrido de alrededor de 27 kilómetros, es una experiencia inolvidable dentro de esta área natural protegida.

El viaje comienza en la playa Copacabana y se extiende hasta la bahía del río Xanaes, ubicación geográfica donde confluyen tres ríos que desembocan en la mar: el río Suquía, el Xanaes y, llegando desde el norte de la Argentina, el río Dulce. A la hora de vivenciar la contemplación de aves, la bahía del río Xanaes es uno de los mejores sitios, de fácil acceso y perspectivas incomparables. El merodeo de los flamencos es frecuente durante todo el año, pero en invierno conviven las tres especies que habitan en Sudamérica.

¿Por qué es conveniente realizar la excursión en invierno?

Mar chiquita es la región de la provincia de Córdoba que concentra el 85 % de las especies de aves identificadas para el territorio mediterráneo, lo que la consagra como el lugar más importante de para la observación y estudio de aves migratorias, siendo emblemático el caso de los flamencos.

En la etapa de nidificación estas aves viven en zonas de bajas temperaturas, como Alaska o Canadá, pero para la época estival, vuelan desde el norte de América hasta la cuenca salada de Córdoba. Por ende, en este período se pueden avistar flamencos de James, parinas grandes, que se suman a los flamencos australes (que anidan y habitan todo el año en la región). Por ello, en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, se concentran aquí impresionantes colonias de flamencos aglomerados, que llegan a sumar entre 4.000 y 7.000 especímenes.

Curiosidades de la región

La laguna es la cuenca endorreica más grande del país. Tiene 80 kilómetros de este a oeste y 90 kilómetros de norte a sur y ronda las 600.000 mil hectáreas. Además, posee una profundidad de 9 metros, con una salinidad aproximada de 50 gramos de sal por cada litro de agua. En el año 1911 llegó a tener el mayor nivel de sal: se calcula que tenía 360 gramos de sal por cada litro de agua (casi un paquete de celusal por litro de agua).

Miramar, cuna del turismo saludable 

Los primeros inmigrantes arribaron a fines del 1800. Desde sus inicios, Miramar, a través de las termas y la fangoterapia, se convierte en un centro turístico enfocado en la salud. Para finales de los sesenta y durante toda la década de los setenta, la región pasó a ser la más destacada de Córdoba y del territorio nacional en este rubro. Llegó a tener 60.000 mil plazas en alquiler, contándose entre las más relevantes hoteles como el gran hotel Viena, el Copacabana o el homónimo de la ciudad, que actualmente se encuentra en ruinas.

Lamentablemente, la perla turística llamada Miramar, sucumbe en 1978 bajo las aguas de la laguna Mar Chiquita, dejando al 90% del pueblo en la penumbra mental provocada por la inundación. Después de la tragedia, de los 110 hoteles que había, 102 fueron abandonados. En ese lapso, hubo un exceso de habitantes golondrinas que emigraron a otras localidades. Un número elocuente: el censo, hasta ese momento, tenía 5.000 mil empadronados, pero luego de la catástrofe solo quedaron 1.200 personas.

En los 90´ atraviesa varias demoliciones de sus antiguas infraestructuras, y en el año 1995 se re-inaugura con nuevas defensas y dos cuadras de una innovadora avenida costanera. A partir del año 96, comienza a resurgir como un convocante destino turístico: abre sus puertas un nuevo hostal en la entrada del pueblo, y para mediados del año 99 se termina la construcción del flamante hotel Miramar. Ya en el 2003, habiendo recuperado su mística de localidad turística por excelencia, se enfrenta a otro desafío de la naturaleza: la laguna empieza a crecer otra vez a niveles máximos e históricos, colocando a población de nuevo en la incertidumbre. En el año 2004, mediante un proyecto de alto nivel de ingeniería y arquitectura, vuelve a resurgir como destino turístico. Como un ave fénix, destaca la moderna y vistosa avenida costanera, de 5 kilómetros de diámetro y una vista única hacia la mar. Finalmente, el levantamiento del magnífico Ansenuza Hotel, de 4 estrellas, marca una nueva era para el turismo de esta región y su parque nacional.

Créditos: @excursionesmichelutti y @lucasartdeco

Contacto

Matías Michelutti (Guía habilitado) N° de teléfono: +54 9 (351) 3471679

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