San José de la Dormida

A 125 kilómetros de Córdoba Capital, San José de la Dormida combina huellas prehispánicas y patrimonio arqueológico con una impronta colonial.

Conocido como Chipitín (“hombre del río”) por los pueblos sanavirones que habitaron la zona, hoy en este pueblo pueden verse Los Morteritos, uno de los principales testimonios arqueológicos de aquél periodo.

Su nombre se debe a que, en tiempos del Virreinato del Río de la Plata, se convirtió en un lugar de “dormida” o “dormidero”, de descanso y aprovisionamiento de los viajeros que transitaban el antiguo Camino Real al Alto Perú. Por sus callecitas, uno podrá descubrir la identidad local entre casonas antiguas construidas entre 1850 y 1900, un Aguaribay Histórico y una hermosa parroquia en honor a San José –patrono del lugar–, ubicada frente a la plaza San Martín.

En el recorrido, también es recomendable visitar el Museo Regional Sanavirón, una vieja casona que resguarda una colección de diversas épocas. ¿Un plus? El paseo de los artesanos, donde comprar conservas, dulces y objetos hechos a mano.

Al natural

Es frecuente ver lugareños que andan a caballo o en sulky. Por su parte, el entorno serrano invita a caminar o hacer ciclismo de montaña. Siguiendo con el plan de descanso, otra opción es disfrutar de los balnearios Quebrada del Tigre y Huertas Viejas, entre ríos y fauna silvestre. Se suma el Parque Autóctono y el espacio verde recreativo Alto de la Cruz.

Más información

Cómo llegar: es necesario conducir directo por la RN 9 norte hasta llegar al departamento de Tulumba. En colectivo, es posible ir con las empresas Fonobus o Ersa.

Dónde hospedarse: se pueden encontrar hospedajes, hoteles y un hostel. Su suman cabañas en zonas aledañas.

Gastronomía: ofrece restaurantes, parrillas y paradores serranos, donde la clave son los platos abundantes, los sabores exquisitos y la buena atención.