Dentro de este rincón único de las Sierras Chicas existen varios sitios que merecen una visita. En el interior de la Reserva Natural Tiú Mayu, la consigna es disfrutar en familia del playón municipal. Allí, los jóvenes se divierten en las canchas de fútbol y vóley, mientras que los más pequeños eligen la emblemática plaza de los Troncos, con sus hamacas, sube y baja y trepadores de madera.
Por otra parte, en esta plaza tiene lugar la feria de artesanías y productores regionales: los visitantes podrán llevarse objetos elaborados a mano y degustar sabores regionales.
Todo un ícono
Al paseo no le puede faltar una joyita de mediados del siglo pasado. De arquitectura y fachada imponentes, la capilla Nuestra Señora de Lourdes es todo un símbolo de la localidad. Desde su perspectiva, los paisajes que se ven al caer el atardecer son indescriptibles.
