Región Punilla

El Valle de Punilla y su  diversidad culinaria ofrecen variadas opciones para el paladar. Se destacan los típicos alfajores cordobeses, la producción de miel y sus derivados (hidromiel, polen, caramelos), y los dulces de frutas caseros.
Por la zona, también se pueden encontrar criaderos de aves de caza (codornices, faisanes), y criadero de truchas y pejerrey. ¿Qué hay que probar? Los huevos de codorniz en conservas y los escabeches de aves son algunos de los elegidos.

A su vez, será todo un placer disfrutar del aroma y sabor de tortas y tartas exquisitas, que se presentan como las mejores compañeras de una rica merienda en distintas casas de té inglés. Por ello, se suman al listado de imperdibles las confiterías con cafetería de lujo y variedades de sandwiches con pan casero. ¿Hay más? Licuados y batidos frutales para los días de calor.

Por otra parte, los restaurantes de la región complementan sus cartas, entre parrilladas y asados, con deliciosos platos donde la trucha ahumada es la especialidad.

Experiencias y sabores caseros

Entre las cosas más llamativas, hay propuestas gastronómicas que conjugan sus menús con artesanías y espectáculos bajo el atardecer. Sentarse a comer disfrutando de shows musicales o con el aterrizaje de aviones en los aeródromos de la zona es la clave para tener una experiencia completa.

Para los amantes de los sabores caseros hay comedores familiares, en los que se pueden degustar chacinados artesanales, con el agregado de informarnos sobre su modo de producción.

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