Recorrer «Córdoba Norteña» constituye una oportunidad única de conocer sus ciudades y pueblos, su historia e identidad
cultural. Es una de las regiones más fascinantes y, paradójicamente, menos exploradas del territorio provincial.
A unos 160 km de Córdoba se encuentra la Estancia Guayascate, donde podemos recorrer nuestra historia, realizar un reconocimiento de morteros aborígenes y dar relajantes paseos a pie por senderos auto-guiados rebosantes de flora autóctona.
En este lugar, prodremos degustar gastronomía típica, asado criollo y postres tradicionales, todo de la mano de los anfitriones,
que trabajan para que el visitante tenga una experiencia vivencial diferente.
Tirolesas y la apreciación de descubrimientos arqueológicos también forman parte de este recorrido, que continua en el Cerro
Colorado. Allí, una guía nos llevará a realizar un breve recorrido a pie por los aleros con pinturas rupestres. Más tarde,
en el pueblo, pasaremos por el Museo Arqueológico, el Museo de Don Atahualpa y la capilla. Finalmente, haremos una parada
a almorzar en el Restaurant La Salamanca
Luego de un buen descanso, al día siguiente llegaremos a Tulumba, pueblo ambientado con elementos
característicos de principios del siglo XX, que nos genera la sensación de estar detenidos en el tiempo: calles empedradas,
farolas antiguas y añejas edificaciones nos conducirán por los caminos de la historia y sus huellas. La Iglesia Nuestra
Señora del Rosario, las ruinas de la Antigua Capilla, el Museo Runa Huasi y la Casa de los Reynafé son solo algunos de los
atractivos que podremos recorrer.
El tercer día, nos trasladamos a Villa del Totoral, para realizar un pintoresco y tranquilo paseo en bici por el centro
histórico, apreciando las Casonas de Totoral. Esta ciudad constituyó una localización estratégica a la vera del Camino
Real, el cual recorría casi la totalidad del Virreinato del Río de la Plata, uniendo el Alto Perú con la Ciudad de
Buenos Aires.
Finalmente, volveremos hacia Colonia Caroya para visitar la Bodega Terra Camiare, donde nuestra experiencia terminará bien arriba, con una cata de vinos y comidas típicas friulanas.
