Fiestas rurales: un viaje en el tiempo en Balnearia

Durante los meses de invierno, las colonias inmigrantes cercanas a Balnearia ofrecen grandes fiestas en sus clubes o centros educativos rurales. Los organizadores preparan su especialidad gastronómica típica, en un intento por perpetuar la tradición, y luego se degusta un rico asado argentino. Estos eventos surgieron por iniciativa de grupos de extranjeros que echaron raíces en estos pequeños poblados.

El paraje de Madre Selva organiza canelones en junio; el 27 de julio es el turno de la raviolada en “El Desquite”; en agosto, le toca a los sorrentinos de Frontera Norte y Loma de Los Indios; así como durante el año también lo harán San Lorenzo, Frontera Sur y La Severina.

Estas siete colonias se encuentran representadas en la bandera de Balnearia, bajo el símbolo de siete estrellas, demostrando así la importancia de estos lugares para el crecimiento de la región.

Convocante

Con motivo de asistir a estos eventos, mucha gente de los alrededores, así como aquellos que emigraron a pueblos más grandes, vuelven campo adentro a reencontrarse con sus raíces. Tan populares son, que las tarjetas suelen acabarse 15 días antes de la fecha fijada.

Este compromiso, tan característico de los habitantes de las zonas rurales, enaltece el sentido de pertenencia de esta gente con su lugar de origen.

Asistir a una fiesta rural es hacer un viaje en el tiempo: los caminos de tierra, la comida familiar acompañada de una buena bebida, los niños corriendo entre los adultos que bailan al compás de una orquesta en vivo. Todos unidos como una gran familia, reflejando el legado de los inmigrantes.

 

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