Estancia Santa Catalina

Camino a Ascochinga aparece La Estancia de Santa Catalina, cuya organización fue iniciada por los jesuitas a partir de 1622. Se trata del mayor conjunto arquitectónico edificado por la Compañía fuera de la ciudad de Córdoba.

A partir de 1618, la tierra de Guanusacate pasó a llamarse Jesús María, desde que el padre Pedro de Oñate, en representación de la Compañía de Jesús, compró esta propiedad, que contaba con 20.000 cepas de vid, molino y herramientas varias. En esta estancia, los jesuitas se dedicaron a la plantación de frutales. Ya en 1740, construyeron la casa-habitación y una nueva bodega, donde vio la luz el “Lagrimilla de oro”, el primer vino del virreinato del Río de la Plata que, al decir de los documentos, fue servido en la mesa del rey.

Con los años, se destacó como un gran centro de producción agropecuaria (con miles de cabezas de ganado vacuno, ovino y mular) y por el obraje con sus telares y aparejos. A su vez, era renombrada su herrería, la carpintería, el batán, y su sistema con dos molinos y la conducción subterránea del agua que venía desde Ongamira, a varios kilómetros de distancia.

Legado jesuítico

Santa Catalina forma parte de la red de estancias jesuíticas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Junto con un guía del lugar, es posible visitarla y descubrir cómo conserva el diseño propio de los siglos XVII y XVIII. Además, en ella puede apreciarse una Iglesia monumental, que cuenta con una imponente fachada de dos torres y remate curvilíneo en su cuerpo central. Sobre él, destaca una potente estructura de columnas y frontones curvos. Observando estos detalles, trasluce en esta fachada la influencia del barroco centroeuropeo.

Para recorrer

Junto a la iglesia se encuentran: el pequeño cementerio, precedido por un portal –que repite el estilo de la fachada de la iglesia– y la residencia, con tres patios, locales anexos y huerta.

Separados del cuerpo principal de la estancia, podemos encontrar el noviciado y la ranchería. Se suman el sistema hidráulico y restos de hornos.

Cómo llegar

Desde Córdoba Capital, se puede ir hasta Jesús María por la RN 9. Desde allí, tome el camino que va a Ascochinga. A 7 u 8 kilómetros, encontrará un desvío a mano derecha, que conduce a Santa Catalina.

El Camino de las Estancias Jesuíticas es un itinerario turístico cultural que permite descubrir y conocer los valores patrimoniales y la importancia mundial de estos lugares históricos, asociados con paisajes, tradiciones y costumbres que marcan la identidad de Córdoba.

Compartir

Scroll al inicio
Ir al contenido