Cualquier findesemana, apenas a 56 kilómetros de la Ciudad de Córdoba, uno puede vivir de la naturaleza de manera diferente, con un gran capital natural e histórico. Este lugar es ideal para la práctica del turismo ecológico y el turismo de aventura.
Trasladándonos bien temprano nos dirigimos a la Estancia El Rosal, un lugar donde uno puede dejarse llevar por la naturaleza. Aquí, uno se encuentra con un jardín excepcional, poblado de flores y árboles de más de cien años. En ese entorno se sitúa la imponente casona, construida a principios del siglo pasado. Es un oasis serrano ideal para quienes buscan alejarse de la ciudad y disfrutar de la naturaleza.
En este lugar, nos encontramos con el “Gaucho Cordobés”, Salvador, que nos llevará a un paseo a caballo guiado, de aproximadamente dos horas de duración. Para emprender esta aventura no es necesario que tengamos conocimientos previos, ya que el nivel de dificultad es bajo.
Una vez finalizado el recorrido, almorzamos un asado a las brasas acompañado por un buen vino cordobés, tirados al sol y mirando el paisaje, disfrutando del contacto con la naturaleza. Más tarde, llegará el momento de recorrer la estancia, un emprendimiento sustentable, y partir a descansar hasta el otro día en acogedoras cabañas.
El segundo día, luego de un desayuno campestre, emprendemos una caminata desde el Puente de Agua de Oro hasta los Morteros Aborígenes de Cerro Azul, realizando un reconocimiento de la flora y la fauna autóctona. Luego, podremos almorzar deliciosos sabores cordobeses a la vera del río, bajo una frondosa arboleda, en un ambiente de singular belleza.
