Enoturismo cordobés: la ruta del vino

Córdoba tiene una larga trayectoria en la actividad vitivinícola. Si nos remontamos al siglo XVII, las páginas de la historia nos cuentan que en la provincia mediterránea, los primeros vinos se produjeron en las localidades de Jesús María y Colonia Caroya.

El legado jesuita, además de haber dejado una fuerte impronta religiosa y arquitectónica, se caracterizó por la producción de vinos. Todo comenzó en la Estancia Jesuítica de Jesús María, donde nació el primer vino americano, conocido como lagrimilla. La innovadora bebida se trasladó a España para degustación de los miembros de la Corte española. Con el correr de los años y la llegada de los inmigrantes friulanos a las localidades del norte de Córdoba, a finales del siglo XIX, la región se convirtió en un polo de intensa producción vitivinícola.

A comienzos del siglo XX, el Departamento Colón y el corredor Sierras Chicas ya poseían unas 20.000 mil cepas de vid. No por casualidad, en Colonia Caroya, durante el mes de marzo, se festeja “Fiesta Provincial de la Vendimia”, en honor a los productores de uva. Al día siguiente, a su vez, se conmemora la Fiesta Nacional de la Sagra de la uva.

El #TurismoEnológico se ha posicionado como un nuevo atractivo turístico a nivel nacional e internacional. Desde la década de los noventa, cuando la actividad crece de la mano de inversiones llegadas de Inglaterra, España, Italia y Estados Unidos, la producción de vino en Argentina ha estado en continuo auge y crecimiento. Desde el año 2008, la Agencia Córdoba Turismo, en trabajo mancomunado con los bodegueros y productores de Córdoba, realzó la tradición y el prestigio del buen vino cordobés, logrando excelentes resultados. La Ruta del Vino de Córdoba se creó en el 2009, e inmediatamente fue incorporada a los Caminos del Vino de la República Argentina. Desde entonces, la región vitivinícola mediterránea creció a pasos agigantados y se proyecta como una nueva opción para todo tipo de turista.

La potencial producción vitivinícola cordobesa proporciona una amplia gama de buenos vinos de uvas blancas y tintas. Algunos de estos ejemplares han sido galardonados con distinguidos premios internacionales. Los vinos cordobeses que más gustan son: el Malbec (clásico argentino), Chardonnay, Pinot Noir, el Merlot. Últimamente, los vinos blancos se han destacado a nivel nacional e internacional.

En la actualidad, el circuito turístico Los Caminos del Vino de Córdoba conecta los Valles del Norte Cordobés, Punilla, Calamuchita, Traslasierra y el corredor de Sierras Chicas. Permite descubrir los sabores de esta bebida en destacadas bodegas, con viñedos propios (en algunos casos), espacios de degustación y recorridos didácticos por las instalaciones. En ocasiones, se suma el servicio de gastronomía, con restaurantes de primer nivel, y alojamientos confortables en estancias, cabañas, hosterías y hoteles de campo.

En las rutas de la provincia de Córdoba el nivel permitido de alcohol en sangre es de cero. Es necesario recordar que conducir en estado de ebriedad provoca accidentes de resultados drásticos e irreversibles. El Camino del Vino Cordobés es una experiencia única e inolvidable para los amantes del buen vino, con alternativas para todos los bolsillos, por lo que la condición primera y más imperiosa es tener un #conductordesignado.

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