«…de Córdoba Capital»: así lo sintetiza, de manera perfecta, la canción del inolvidable cuartetero Rodrigo Bueno. Con apenas tres palabras se explica una forma de ser en el mundo, una idiosincracia divina que conjuga sierras, fernet y una tonada inimitable.
La histórica ciudad de Córdoba nace con el objetivo de vincular el Alto Perú con el Río de la Plata, mediante lo que se conoció como el Camino Real.
Córdoba es la segunda ciudad más importante de la Argentina y la principal de la región central del país. Si bien se encuentra en un extenso valle, a su alrededor gana altura por distintos sistemas serranos, lo que le aporta un microclima propio.
La bella ciudad de Córdoba se ofrece al turismo no sólo por su historia, sino también por sus imponentes paisajes, llenos de lugares atrapantes y de variadas sorpresas para los visitantes. Su oferta hotelera, además de ser inmensa, sigue innovando todos los años.
Córdoba cuenta con numerosos barrios, algunos extensos y otros de poca superficie, cada cual con su esencia arquitectónica distintiva.
Existen infinidad de parques y plazas que sirven de pulmón verde, muy necesarios en una ciudad que ha crecido en extensión y altura.
Destacándose, encontramos: el extenso parque Sarmiento, diseñado por el arquitecto paisajista francés Carlos Thays; el paseo Sobremonte; y las plazas España e Italia, cada una de ellas con un sentido estético acorde a la época en que fueron diseñadas. En todos, sobresalen las especies arbóreas, las fuentes de agua y las grandes escalinatas.
A su faceta cultural y recreativa, la ciudad suma día a día nuevos rincones y atractivos turísticos, que permiten disfrutarla intensamente, o bien tomarla como destino de paso en un recorrido por esta provincia inolvidable.
