Inmediatamente al llegar, las sensaciones me dicen que siempre voy a querer volver.
Es como llegar a la casa de los abuelos, es entender de las raíces y sabores de la infancia. En Villa General Belgrano de seguro encontrarás algo de tus tradiciones.
Me recibió un día de pleno sol en la Villa, y mucha gente de a pie por sus calles. Se palpitaba en la mirada de todos esa alegría de la fiesta por venir.
Corazón del Valle de Calamuchita, a poco más de 100km de la capital de la provincia, elegí desandar camino por Ruta Provincial 5 a la ida, y opté por la RN 36 al volver, para no perder ningún ángulo de viaje.
Me esperaba la Fiesta del Chocolate Alpino, y me encontré con lo que venía a buscar. Las calles me regalaban el aroma a cacao de esas recetas centroeuropeas tradicionales que la comunidad alemana asentada en la Villa trajeron a Córdoba hace tantos años.
Nada desentona: la arquitectura que los inmigrantes trajeron a sus casas son el escenario que completa un día de cuentos.
Cerca del mediodía, mi agenda estaba marcada por la recomendación de una vecina del lugar que fue clara: “Para comer las más ricas salchichas con chucrut, andá a Ciervo Rojo”. En la entrada del lugar la cantidad de gente con mi mismo plan me confirmaban que estaba donde debía. Por supuesto, acompañé mi almuerzo con una pinta de cerveza rubia.
El recorrido ahora me llevó al centro de la ciudad. En el Salón de Eventos y Convenciones, muchos puestos de las tradicionales chocolaterías y pastelerías de Villa General Belgrano, ahí todas juntas, eran un abanico que un solo vistazo, representaban toda la tradición hecha dulces.
Elegí un clásico: strudel de manzanas y capucchino para acompañar.
En la entrada del lugar la invitación se renueva: estaban espichando un barril de cerveza, la antesala de la gran fiesta OktoberFest.
El plan ya está en mi agenda: la Fiesta de la Cerveza será mi próxima visita. Guardaré los sabores de la comida y la calidez de la gente de Villa General Belgrano en mí hasta el próximo viaje.
Oktoberfest: la Fiesta Nacional de la Cerveza cumple 59 años y se celebra desde el 30 de septiembre
Una caminata más para comprar unos souvenirs para regalar y ya emprender el camino de vuelta.
Lo supe al llegar: siempre quiero volver a la Villa.
