Las Calles

Ideal para el descanso y el contacto con la naturaleza, Las Calles es un destino excelente para seguir conociendo el Valle de Traslasierra.

Enmarcada por las Sierras Grandes, el arroyo Las Rabonas y el río Chico, la comuna de Las Calles hace de la calma serrana uno de sus principales atractivos.

Este antiguo caserío se trató de un cruce de calles para los viajeros que cruzaban el Camino Real al Alto Perú; hoy es reconocido por su especial microclima, que permite disfrutar del paisaje en cualquier época del año.

A pocos kilómetros, destaca el balneario Paso de las Tropas. Desde las montañas bajan diversos arroyos que se unen al valle para dar origen a los ríos Mina Clavero de aguas frías, el Rugapampa y el Panaholma, de aguas más templadas.

Se suma a la postal una pintoresca capilla de 1949, todo un ícono de la localidad.

Entre sabores

Por sus caminos de tierra aparecen dos sitios por descubrir. Uno es la primera licorería artesanal de la región, Eben Ezer. Con dulces, tortas y licores, está emplazada en una antigua pulpería.

Otro infaltable es Don Clemente, un criadero de truchas, para pasear y disfrutar de la naturaleza. Allí es posible llevar truchas ahumadas, envasadas o congeladas. También, cuenta con una huerta orgánica y es atendido por sus propios dueños.

Para caminar

En este rincón no podían faltar las caminatas. Un imponente cordón montañoso, ubicado entre Los Gigantes y la Sierra de Comechingones, permite visitar La Quebrada del Condorito y el Cerro Champaquí.

Más información

Cómo llegar: en auto, desde Córdoba Capital, se debe tomar la RP 34, después la RP5, la RP C45 y la RP E96. Luego, habrá que seguir por la RP 14 y conducir por la Av. Bella Vista hasta la comuna.

Dónde hospedarse: en la zona se encuentran cabañas, casas para alquilar y un camping.

Gastronomía: Las Calles cuenta con un comedor frente a la plaza principal. Hay otras opciones en las localidades cercanas como Nono y Las Rabonas.

Qué hacer

Son imperdibles sus arroyos y ríos para refrescarse y tomar un descanso. Resalta en el pueblo su pintoresca iglesia y sus senderos para hacer trekking. Dos imperdibles: Eben Ezer, la primera licorería artesanal del valle, y Don Clemente, un criadero de truchas para pasear al aire libre.

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