Llegó el Otoño, visitá Calamuchita

En el centro de la provincia de Córdoba, se encuentra el Valle de Calamuchita Argentina, a 80 km al suroeste de Córdoba Capital, interconectada por las rutas provincial 5 y la nacional 36.

El valle pertenece a las Sierras de Córdoba y se encuentra ubicado casi íntegramente en el departamento cordobés argentino del mismo nombre: departamento de Calamuchita.
Es un valle con un «Circuito de los Grandes Lagos», densos bosques de coníferas y caducifolias, terreno fragoso con estrechos valles secundarios (quebradas) y elevadas cimas de las Sierras de Córdoba (el cerro Champaquí y el Los Linderos). Además, posee una gran atractivo turístico y gran actividad deportiva, como la pesca y deportes acuáticos como el buceo y windsurf en sus lago-embalses; también hay actividades como el montañismo en sus áreas serranas o la visita a localidades con aspecto centroeuropeo ubicadas en medio de bosques de coníferas y caducifolias.

El Valle, es dueño de un clima templado todo el año, con frecuentes nevadas en invierno.
Calamuchita se distingue por su especial combinación de paisajes serranos, arquitectura centroeuropea y una excelente gastronomía. Esta zona se caracteriza por albergar grandes lagos como el dique Los Molinos, el Embalse Río Tercero, el Dique Piedras Moras, la Segunda Usina y el Embalse Cerro Pelado, en los cuales es posible practicar deportes acuáticos como navegación a vela y motor, kitesurf, kayak y moto de agua. El embalse más importante de la región es el de Río Tercero, en donde se conjuga la belleza natural con los avances tecnológicos de las centrales hidroeléctricas y nucleares, ambas generadoras de energía para todo el territorio nacional.
Estos lagos y embalses son alimentados por numerosos ríos que atraviesan todo el territorio, los más visitados durante el verano son El Espinillo, Los Reartes, el río del Medio y el río Santa Rosa, que cuentan con balnearios y paradores muy bien equipados y confortables.

El Valle de Calamuchita alberga más de 20 localidades turísticas. Entre el relieve de las montañas, fueron naciendo pintorescas villas serranas, algunas de las cuales aún hoy, conservan su estirpe criolla y colonial. Otras en cambio, fueron creciendo en población, hasta convertirse en fantásticas ciudades con ritmo vibrante y una importante infraestructura hotelera y de servicios.

El nombre «calamuchita» parece provenir de una palabra compuesta mixta, con raíces indígenas y castellanas: C. tala (un árbol) y mochi la segunda palabra indígena fue transformada en la española arcaica muchita, es decir: «Muchos Talas» o «Muchos Árboles».

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